Ciudades de Papel, John Green
"En su último año de
instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos de corazón...
pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática
Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que la
acompañe en una misión de venganza inaudito. Después de una intensa noche que
reaviva el vinculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino
para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de
pistas"
Creo que todo quién haya conocido a John Green con Bajo la misma estrella, se quedaron con
las ganas de leer más del autor, por eso e cuanto vi que este libro llegaría a
las librerías de mi país no lo dude ni dos segundos antes de reservar mi copia.
Por nada del mundo me quedaría sin este libro, lo único malo es que la
editorial le había cambiado la portada, pero ya estoy casi acostumbrada a eso
(Editoriales, dejen de asesinar portadas!)
Desde el principio nos muestran que Quentin es un chico
completamente enganchado con Margo Roth Spiegelman, si por favor, el libro
parte diciendo
"Supongo que a cada quien le corresponde su milagro (…)
Mi milagro fue el siguiente: de entre todas las casas de todas las
urbanizaciones de toda Florida, acabé viviendo en la puerta de al lado de Margo
Roth Spiegelman"
Está chica fue su vecina y amiga de la infancia, solían ir
juntos por ahí y de niños vivieron una experiencia que puede resultar
traumática para cualquiera, sin embargo el tiempo los fue separando hasta que
Quentin se convirtió en el chico más común y sencillo del instituto y Margo la
chica más fantástica del universo, o por lo menos así la veía nuestro
protagonista.
Todos hablaban de Margo Roth Spiegelman (lo curioso era que
siempre la llamaban por su nombre completo, como una gran celebridad) era una
chica popular y hermosa, siempre había algo que contar de ella, cosas de lo más
sorprendentes como por ejemplo que se había escapado con un circo.
Mientras tanto Quentin la aprecia en la distancia desde su
posición inadvertida, si bien desde niños no han vuelto a formar ningún tipo de
vínculo aún viviendo puerta con puerta, el chico sigue idolatrando a su vecina.
Una noche alguien golpea en su ventana y no es nada más ni
nada menos que la mismísima Margo Roth Spiegelman, que le pide a Q que salga de
inmediato con el coche, pues esta noche sería su chofer. Obviamente Quentin la
obedece y la acompaña en esta aventura digna de samuráis, en la cual Margo se
venga de todos esas personas que fingieron ser sus amigos, pero que al final le
ocultaron la verdad.
Si bien durante esta parte del libro uno puede conocerla un
poco, solo un poco (porque ella es realmente un misterio durante todo el libro)
vista desde los ojos de este admirador (no se me ocurre otra palabra para
describirlo) no llegué a encontrar tan alucinante a Margo como la veía Quentin,
pero si pude encontrar en ella una sabiduría que me dejaba que pensar.
"¿Sabías que, durante casi toda la historia de la especie humana, el promedio de vida ha sido inferior a treinta años? Disponían de unos diez años de vida adulta ¡no? (…) No tenían tiempo de hacer planes. No tenían tiempo para pensar en el futuro. Pero luego las expectativas de vida comenzaron a aumentar y la gente empezó a tener en cuenta cada vez más futuro, así que pasaba más tiempo pensando en él. En el futuro. Y ahora la vida se ha convertido en el futuro… Vas al instituto para poder ir a la universidad, y así podrás encontrar un buen trabajo y así podrás comprarte una bonita casa y así puedan permitirse mandar a sus hijos a la universidad"
Interesante, no?
Luego cuando le empiezas a agarrar cariño a Margo, que
ocurre? Desaparece.
Ya nadie toma en cuenta sus escapes de la casa dado que ya
ha pasado varias veces en el pasado, pero esta vez ocurre algo diferente. Margo
ha dejado pistas, y no es que antes no lo haya hecho, es que ahora van
especialmente dirigidas a Quentin y él lo sabe, y está completamente decidido a
encontrarla cueste lo que cueste, porque ella estaría en algún lugar esperando
a ser encontrada.
Y sí que Margo es todo un misterio, yo hubiese sido incapaz
de seguir esas pistas, me hubiese quedado colgada con la primera y hasta ahí hubiese
quedado, lo siento Margo. Por suerte Quentin era más listo y logro unirlas
todas xD Si yo hubiese escrito el libro pasaría el protagonista toda la
historia intentando entender qué demonios puede significar esa pista, y no
hubiese sido entretenido.
Y bueno, si hasta quede colgada con lo que eran las ciudades
de papel, si hasta tuve que buscarlo en google para entender que estaba pasando
jaja (que vergüenza)
Y bueno, Quentin estaba completamente obsesionado
centrado en encontrar a Margo y no pude llegar a simpatizar con el personaje
hasta que llegó a la conclusión que tanto estaba esperando
"Margo Roth Spiegelman también era una persona"
Me gusto mucho el libro, sin embargo esta obsesión del
personaje por la chica me dejaba un poco fuera de línea y no fue hasta el final
que agarré el vuelo y no pude soltar el libro (no es que antes lo haya soltado,
me lo leí en un día, pero se entiende) Sin embargo encontré en estas páginas un
montón de sabiduría y estoy segura que cuando me dé el tiempo de releerlo
entenderé mucho más y tendré que poner aún más Post It para marcar cada
enseñanza que me ha dejado.
"Marcharse es muy duro… hasta que te marchas. Entonces
es lo más sencillo del mundo"
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